Un paso adelante decisivo: Información actualizada sobre el vertedero cerca de Kichi Sibi

Las recientes sentencias judiciales marcan un punto de inflexión para la Nación Algonquina, así como para los dos millones de personas que dependen del río Ottawa para obtener agua potable, reforzando que el consentimiento libre, previo e informado (CLPI) no es un ideal futuro, sino que debe respetarse ahora. La decisión del tribunal federal ha ordenado a la Comisión Canadiense de Seguridad Nuclear (CNSC) y a los Laboratorios Nucleares Canadienses (CNL) que reanuden las consultas con la Primera Nación Kebaowek en relación con un vertedero de residuos nucleares tóxicos situado a sólo 1 km del Kichi Sibi (río Ottawa). Esta sentencia envía un poderoso mensaje: Las voces y los derechos indígenas, tal y como se recogen en la Ley de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (UNDRIP) , deben ser reconocidos en la práctica.

Protectores del agua protestan contra la construcción de un vertedero de residuos nucleares en el río Ottawa, que amenaza al río San Lorenzo.(Reno Patry/CBC)

La jueza del Tribunal Federal, Julie Blackhawk, ha dictaminado que la consulta debe adaptarse para tener en cuenta las leyes y los conocimientos indígenas y estar encaminada a alcanzar un acuerdo, que deberá concluirse antes del 30 de septiembre de 2026. Esta decisión no sólo valida décadas de defensa, sino que obliga a actuar de inmediato. Como explica un representante de la Primera Nación Kebaowek, la sentencia obliga a una pronta revisión y anulación de las medidas problemáticas ya adoptadas por entidades como CNL, y la Comisión Canadiense de Seguridad Nuclear se dispone a entablar conversaciones urgentes.

"La Comisión erró en su evaluación del cumplimiento del deber de consultar y dar cabida, al no considerar la DNUDPI y la norma del CLPI [consentimiento libre, previo e informado] como un importante factor contextual y/o lente interpretativa."
- Jueza Julie Blackhawk

La lucha no ha terminado Vigilancia inquebrantable por un futuro justo

Aunque esta victoria legal es un hito importante, la lucha está lejos de haber terminado. Aunque esta sentencia supone una gran victoria, el juez también ha afirmado que el deber de consultar y adaptarse en virtud de la Ley de la DNUDPI de Canadá "es un derecho a un proceso, no a un resultado concreto", y no otorga a las naciones indígenas un poder de veto, y que era "razonable que la comisión concluyera que es improbable que el proyecto cause daños medioambientales significativos", a pesar de que la evaluación medioambiental dirigida por Algonquin nunca se incorporó a la decisión final de la CNSC, ni al proyecto en sí. 

"Es una victoria para Kebaowek, pero en realidad es una victoria para todos los que creían que se habían tomado atajos en este proceso en relación con este proyecto, y ahora tenemos la oportunidad de volver atrás y hacer un reset en términos de una consulta adecuada".
- Jefe Lance Haymond

Estas declaraciones refuerzan la idea de que la consulta a menudo sirve como una casilla de verificación de procedimiento, en lugar de un mecanismo significativo para el poder de decisión indígena. También pone de relieve que, a pesar de contar con herramientas como la DNUDPI para proteger los derechos y la soberanía indígenas, la autoridad final sigue correspondiendo al Estado y a los intereses de la industria y no a los titulares de derechos indígenas, lo que contradice directamente los principios tanto del CLPI como de la DNUDPI. Aunque las victorias jurídicas pueden frenar proyectos perjudiciales, el sistema jurídico colonial sigue estando estructurado para favorecer los intereses estatales y empresariales por encima de la soberanía indígena y la justicia medioambiental.

La Primera Nación Kebaowek y su equipo jurídico están ahora revisando detenidamente la decisión, con la posibilidad de que Canadá recurra la decisión en los próximos 30 días. Sin apelación, esta decisión garantizará que el nuevo proceso de consulta cumpla las normas del CLPI y podría suponer un gran paso adelante para casos similares en el futuro. 

"Es una traición a una serie de fideicomisos sagrados, el Anishinaabe aki no se creó para obtener beneficios empresariales. Nuestra Nación no se construyó para convertir el [Kichi Sìbì], nuestro gran río, en un almacén de residuos nucleares".
- Verna Polson, Consejera de la Primera Nación Kebaowek

Mientras tanto, la campaña Stop Residuos Nucleares está presionando al gobierno de Quebec para que adopte una postura decisiva y pública enviando cartas tanto al Ministro de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente como al Primer Ministro Legault. Su objetivo es claro: garantizar que esta victoria se traduzca en un cambio real e inmediato sobre el terreno, y no sólo de boquilla.

Indigenous Climate Action apoya a la Nación Algonquina en este momento crucial. Nuestra lucha por la justicia climática y los derechos indígenas continúa, e instamos a todos los simpatizantes a que amplifiquen este mensaje, responsabilicen a los líderes coloniales y a los gigantes de la industria, y exijan que nuestras voces permanezcan al frente de las decisiones que afectan a nuestras tierras para las generaciones futuras.

¿Quieres participar? Aquí tienes algunas formas de ayudarnos a proteger el sagrado #KichiSibi (#OttawaRiver) para las generaciones futuras:

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