Honrar la verdad, activar la reconciliación

30 de septiembre: Día Nacional de la Verdad y la Reconciliación 

A medida que las hojas cambian de color y el aire se vuelve más fresco, entramos en una época de reflexión, un tiempo para hacer una pausa, escuchar y llevar la verdad adelante. El 30 de septiembre se celebra el Día Nacional de la Verdad y la Reconciliación, un día para honrar a los supervivientes de los internados, recordar a los niños que nunca volvieron a casa y solidarizarnos con las familias y comunidades indígenas. 

Es un día que nos pide no sólo que recordemos, sino que comprendamos, que busquemos la verdad de nuestra historia común y reconozcamos el trabajo que aún nos queda por hacer.

También conocido como el Día de la Camiseta Naranja, este día se inspiró en la historia de Phyllis Webstad, a quien le quitaron la camiseta naranja en su primer día en un internado, una experiencia que simboliza el robo más amplio de la cultura, la identidad y la infancia sufrido por generaciones de niños indígenas.

Pero este día es algo más que un recuerdo: es una llamada a la responsabilidad. Invita a todos los habitantes del llamado Canadá a reflexionar sobre las repercusiones actuales del colonialismo y a comprometerse con una acción significativa y sostenida en favor de la reconciliación.

Más allá del simbolismo: La llamada a la acción 

El 2 de junio de 2015, la Comisión de la Verdad y la Reconciliación publicó 94 Llamamientos a la Acción, un plan de acción para la justicia y la sanación de los pueblos indígenas. Estas recomendaciones abarcan ámbitos como la educación, el bienestar infantil, la salud, la justicia y la revitalización lingüística.

Casi una década después, sólo 15 de los 94 Llamamientos a la Acción se han completado en su totalidad. Esta lentitud revela una preocupante brecha entre los gestos simbólicos y la verdadera rendición de cuentas. La reconciliación no puede lograrse sólo con palabras: exige un cambio sistémico, un esfuerzo sostenido y voluntad colectiva.

Lo que nos pide este día

El Día Nacional de la Verdad y la Reconciliación no consiste sólo en vestir de naranja o asistir a actos, sino en honrar y exigir esos compromisos. Nos pide que reflexionemos profundamente sobre el pasado que nos trajo hasta aquí y sobre las responsabilidades que tenemos hoy. Mientras la tierra nos enseña los ciclos de cambio y renovación, se nos recuerda que la verdad debe ser reconocida antes de que pueda comenzar la reconciliación.

Cómo actuar

Cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en el avance de la reconciliación. He aquí algunas formas de manifestarse de manera significativa:

  • Vístete de naranja para honrar a los Supervivientes y concienciar sobre el impacto de los internados.

  • Conozca la historia y el impacto duradero de los internados en el llamado Canadá.

  • Lee los 94 Llamamientos a la Acción de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR) y elige al menos uno para ponerlo en práctica en tu vida o en tu comunidad.

  • Asista a actos o ceremonias locales en honor de los Supervivientes y recuerde a los niños que nunca volvieron a casa.

  • Guardar un minuto de silencio para reflexionar sobre las vidas perdidas y las repercusiones intergeneracionales que aún se dejan sentir hoy en día.

SABER MÁS

Juntos podemos honrar la resistencia de los pueblos indígenas y dar pasos significativos hacia la sanación, empezando por la verdad y continuando con la acción.

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