De madre a madre: Amor a la tierra

Recuerdo que, de niña, mi tía siempre estuvo muy comprometida con el cuidado de la Tierra.  

Era consciente de todo: lo que daba de comer a su familia, cómo lo hacía y de dónde procedía. Todo en ella era intencionado, lleno de amor y respetuoso con la naturaleza. Cuando cuidaba la tierra y el agua, también cuidaba de sí misma y de sus seres queridos. No era más que una pequeña persona que cuidaba de su pequeño rincón de la Tierra, pero lo que daba era poderoso y repercutía de un modo que siempre será importante.

Era hermosa por dentro y por fuera, tan creativa y llena de vida. La recuerdo cuidando su jardín con tanto esmero. Siempre estaba dispuesta a enseñarnos a mí, a mis hermanos y a mis primos el mundo que nos rodeaba, ya fuera una verdura o una flor. También nos guió cuando plantamos nuestros primeros árboles. Cuando veo esos árboles, sigo pensando en ella. Su patio trasero era un pedacito de paraíso: un jardín lleno de color, vida bulliciosa y un pequeño arroyo que saltábamos una y otra vez.

Gracias a ella, una parte de mi corazón siempre ha pertenecido a la Madre Tierra. Al crecer, fui más consciente de lo que me rodeaba y de cuáles eran mis responsabilidades para seguir respetándolo y cuidándolo. Hasta los esfuerzos más pequeños, como recoger la basura, reciclar o incluso plantar algo, me parecían importantes y me lo siguen pareciendo. 

Crédito: Nick Kootenhayoo, 2024

A la Madre Tierra se la celebra de formas que no siempre percibimos: el primer árbol que florece en primavera, alguien que recoge tranquilamente la basura a un lado de la carretera, un niño que planta su primera semilla o incluso dar un dato rápido a alguien que puede cambiar toda su perspectiva y alimentar sus conocimientos. Considero que estos pequeños actos son una forma de gran amor.

Sí, la triste realidad a la que nos enfrentamos hoy es el cambio climático, la contaminación, la extracción y la destrucción. Los guardianes del conocimiento, los cuidadores de la tierra y los protectores del agua siguen liderando con su luz, una luz que debemos seguir. Respetar la tierra y protegernos unos a otros debería ser algo natural, no una batalla. Esta es la sabiduría que NECESITAMOS llevar y transmitir.

Como madre, mujer y protectora, siempre existirá este instinto: proteger, cuidar y luchar por lo que es mejor. Así es como conecto con la Madre Tierra. Ella tiene ese mismo instinto: curar, crecer, dar y proveer. Pero no podemos sanar en entornos que nos enferman, ya sea la contaminación, los traumas o la adicción. 

Cada uno de nosotros lleva un pedazo de la Madre Tierra en su interior. Esa conexión es lo que nos da fuerza y nos recuerda que debemos levantarnos, hacerlo mejor, amar más profundamente y proteger con más ahínco.   

Crédito: Nick Kootenhayoo, 2024

Únete a nosotros en un gran amor por la tierra este Día de la Tierra

Hoy es tu última oportunidad para unirte a nuestra campaña de primavera y ayudarnos a alcanzar nuestro objetivo de 10.000 dólares. Desde el Día Mundial del Agua hasta el Día de la Tierra, estamos recaudando fondos para defender nuestras tierras y aguas: únete a nosotros en solidaridad para proteger lo que es sagrado. 

Haz un donativo hoy mismo: Tu contribución financia directamente iniciativas de justicia climática dirigidas por indígenas. Cada dólar es un acto de solidaridad, un compromiso para proteger lo que es sagrado.

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Del Día Mundial del Agua al Día de la Tierra, hagamos algo más que reconocer el problema: actuemos. Juntos podemos garantizar que los recursos fluyan allí donde más se necesitan, potenciando el liderazgo indígena y las soluciones comunitarias.

¡Un saludo a todos los que nos apoyan! Cada dólar que donas financia directamente iniciativas dirigidas por indígenas, y Patagonia está igualando las donaciones para esta campaña. Cuanto más donemos, más cerca estaremos de alcanzar nuestro objetivo. ¡Hagámoslo!

Únete a nosotros. Adopta una postura. Haz un donativo hoy mismo. Cuando protegemos las aguas, protegemos nuestro futuro.


Sobre el autor

Jessica Christmas es una mujer mi'kmaq de la Primera Nación Membertou, situada en Unama'ki (Cabo Bretón, NS). Graduada por la Universidad de St. Thomas con una Licenciatura en Periodismo (2017), Jessica ha trabajado en comunicaciones desde 2018 y recientemente asumió el cargo de Gerente de Comunicaciones de la ACI. Es una apasionada de la narración de historias, la conexión y el apoyo al crecimiento de las comunidades a las que sirve.

Además de su trabajo de comunicación, Jessica está certificada como diseñadora de bodas y eventos por el Wedding Planners Institute of Canada. Aparte de sus actividades profesionales, es madre orgullosa de dos hijos y le encanta compaginar su carrera con la vida familiar. Le gusta pasear, asistir a partidos de hockey, viajar, escribir y decorar interiores.

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